Alocuciones institucionales
Alocución del director saliente, Erick González
Alocución Director Saliente CdC-ELP 2022-2024
Erick González
Inimaginable. Visto desde aquí, puedo decir, que era imposible anticipar lo que sería este trayecto. Este es el valor, quizá, de esa frase que resonó en algunos de nosotros, de Jacques-Alain Miller, durante la presentación del libro El nacimiento del Campo Freudiano, cuando dijo que en su doctrina institucional de lo que se trataba era de la “multiplicación de las primeras veces”1. Frase que no deja de dar vértigo, a pesar de que la repitamos, si uno la toma en serio.
Varios colegas intentaron cuidarme. Se acercaron a mí, hace dos años, antes de presentarme a la dirección, cuando ya comenzaba a decirlo por ahí, a saberse, para anticiparme lo difícil que podía ser, y para hacerme pensar sobre si no me haría falta un poco más de experiencia antes de hacerlo. Se preocupaban por mí y por la CdC. Y eso, ese gesto de cuidado, lo he visto, no hace mucho, reactualizado.
La verdad es que aprecio estos gestos. No los rechazo. No es sin efectos, que otros colegas experimentados supongan la inexperiencia de uno, y te lo hagan saber. Eso le pone a uno al menos, en alerta. ¿Qué es lo que debería ya-saber? ¿Qué es lo que me he saltado? ¿Qué he descuidado? ¿Dónde está ese conocimiento del que según ojos expertos carezco? -La verdad es que me apoyé en muchos colegas. Esta Junta se ha apoyado en el conjunto de los miembros-. Y si ya me encontraba en una búsqueda de respuesta, al escuchar estas voces, eso aceleró, propició ese querer-saber que se había abierto. He intentado escuchar a cada colega que se ha acercado, que me ha indicado algo en el camino, que me ha sugerido algún cambio de orientación, que nos ha felicitado, y es todo esto lo que hace verdaderamente sinigual, la experiencia de Escuela, esta empresa exquisitamente colectiva, en la que la posición analizante es fundamental. Pero también otra cosa es fundamental, la de que, a pesar de la amplia y sutil compañía, hay cosas en las que uno está y debe estar solo.
“Ven a lo abierto, amigo mío”. Dice el hermoso verso de Hölderlin2. La Escuela, implicarse en ella, asumir un lugar de responsabilidad, es tomar esta invitación, de ir a lo abierto, en serio. Se trata de una especie de intemperie, que no siempre es cálida, y que puede llegar a ser tempestuosa, vientos inciertos la azotan, vientos en los que quizá estas resistencias, podríamos llamarlas así, forman parte, como dijo Miller en la presentación mencionada, del aire que permite a la golondrina alzar el vuelo, tomando esa bella imagen de Kant.
Hoy agradezco, sin embargo, a mis compañeros de Junta por hacer más bien de alas, la mayor parte del tiempo, y no de viento. El viento ya nos viene de cara y se llama civilización. Hemos pasado por una experiencia muy interesante. Teníamos poca relación, los unos con los otros, antes de empezar a trabajar juntos. Pero, en definitiva, es en relación con lo abierto, que no es solamente eso que nos envuelve y rodea, el Umwelt, sino que también es un agujero central, es en relación con una causa y ha sido a partir de esa causa que ahora los puedo llamar amigos. Horacio Dobry en la reunión de presentación de los informes lo dijo. “Os recomiendo a cada uno -incluso a los que tienen el no por bandera como yo- pasar por esta experiencia” -fin de la cita. Y es que, si esta experiencia no te deja alguna marca, visible, si sales tal cual como entraste, entonces quizá, nada te pueda tocar.
Hemos hecho en este período, muchas cosas, que ya han sido informadas y refrendadas, no se trata de enlistarlas. Pero sí quiero decir, que hemos pretendido tocar, trastocar incluso, ciertas inercias que, de alguna manera, habían llevado a impasses bien conocidos -pero por otro lado, estoy convencido de que, si hemos sido efectivos, ahora hemos creado otras inercias, que les tocará a los compañeras de la próxima Junta tratar-. Quisimos provocar, agitar, implicarnos en un movimiento, precisamente, porque no entramos en esta Junta, por casualidad, solo seis meses después de la Secuencia de los presidentes del 2022, cuyo colofón fue el: “Hay una enfermedad en la ELP”. No fue por casualidad que en nuestro período saliera la Nueva Política de Juventud de la AMP, que tiene por objetivo, como dijo Jacques-Alain Miller, “recuperar el tiempo perdido”3. (Una colega no hace mucho me decía: “no se puede recuperar el tiempo perdido”, pero encontrarme con esta frase ayer, volviendo a ver el video de la presentación, me pareció un lindo witz).
Lo que hemos querido llevar adelante, ese ha sido nuestro empeño, es transmitir un deseo no solo por el psicoanálisis, sino un deseo de saber en relación con lo que implica la formación de los analistas, es decir, que hemos intentado en la Comunidad de Cataluña, despertar y animar un deseo por la Escuela, por la Escuela como concepto (fundamental) y por la Escuela como experiencia, procurando que nuestras respuestas vehiculasen ya, en sí mismas, algo de la alegría, que el propio ejercicio de intentar responder nos provocaba.
Ha sido una alegría trabajar con vosotros, y contar con cada uno de vosotros, pero también, una alegría importante, ver cómo se acercaban e implicaban aquellos con los que posiblemente contemos más adelante.
Entonces agradezco enormemente por la compañía decidida de Horacio Dobry, Graciela Essebag, Iolanda Ferreres, Betina Ganim, y Gemma Ribera, mis compañeros de Junta. A las queridas Olga Dolz y Carmen Prada. A Howard Rouse que se encargó cuidadosamente de uno de los puntos más vivos en nuestra comunidad, la comisión de cárteles. A Enric Berenguer que en este periodo propuso y sostuvo un espacio de enseñanzas del pase, que nos dejó una perla tras otra, que podemos ver recogidas en las últimas Freudianas. A Montserrat Puig, quien como presidente de la ELP fue una valiosa compañía, desde el inicio, y con quien, como ya le he dicho, aprendí muchísimo en los directorios ampliados, experiencia fundamental de subjetivación de la Escuela. A los consejeros de la ELP de este período que habitan en Barcelona y que estuvieron siempre allí. A todos aquellos que trabajaron en las comisiones. A los 21 nuevos socios que se dirigieron a las sedes y la CdC en este período. Y por supuesto, a María Guardarucci, quien mientras yo me centraba en el Oikonomos de esta casa, ella cuidó el orden de nuestra casa, mi verdadera casa, (pero también fue lectora asidua, crítica, y conversación sostenida. Además de su cálida presencia aquí).
Creo que hoy en este acto de permutación se pone sobre la mesa algo de esta alegría, algo de esta multiplicación de los Unos, de la multiplicación de las primeras veces. E incluso allí en donde este movimiento nuevo ha hecho emerger longevos impasses, sintomatizándolos, no será a la tristeza a la que le demos audiencia, ya que se trata, sin duda, de un momento para sostener el coraje de enfrentarse a lo real, sin taparlo, en la medida de lo posible, a partir de esta tarea inventiva y de conquista de un singular saber-hacer, que es el psicoanálisis.
Gracias.
Barcelona, 3 de diciembre de 2024.
1 Miller, Jacques-Alain. “Presentación online del libro: El nacimiento del Campo Freudiano”, EOL TV, 10-6-2023, Disponible online.
2 En alemán: Komm! Ins Offene, Freund!”. Hölderlin, Friedrich. “Der gang aufs land [Salida al campo]”. Poemas. Lumen, Barcelona, 2015, p. 368.
3 Miller, Jacques-Alain. Ibidem.